Este proyecto surge de la necesidad real de la sociedad de realizar una intervención temprana para prevenir las violencias machistas a través del trabajo en diferentes centros de educación primaria y secundaria. Nuestra propuesta es el trabajo desde las pedagogías feministas con toda la comunidad educativa (alumnado, profesorado, familias y equipos de ocio y monitorización).

La educación es un proceso de conformación de actitudes y valores, por lo tanto, entendiendo que nuestra sociedad se basa en actitudes y valores machistas producidos por la estructura social heteropatriarcal, hace falta una intervención directa para luchar contra el sexismo imperante en la construcción de la identidad de género, para combatir los estereotipos, roles, prejuicios y discriminaciones que la sociedad promueve hacia los géneros masculinos, femeninos y no binarios, que provocan desigualdades en la sociedad.